No hace mucho tiempo, el miedo a perderse algo (FOMO, por sus siglas en inglés) era un sentimiento con el que muchos de nosotros estábamos demasiado familiarizados. Gracias a las redes sociales y a la conectividad instantánea que tenemos a nuestro alcance, podemos estar al tanto de todo y de todos, en todo momento. Pero ¿deberíamos hacerlo?